APUNTES LIBRES
viernes, noviembre 10, 2006
Para pintar, así sea un color o un trazo, es necesaria una verdadera motivación. Ocurre así también con la escritura. La pintura y la literatura basan, de esta forma, su espíritu en el movimiento, pero sobre todo en el deseo: en el hecho de querer desarmar noche tras noche un universo –el nuestro– para articular islas desde las cuales se entrmezcle maravillosamente ficción y realidad.
Escrito por Alberto Villar Campos @ 8:32 p. m.,